Si supieran cuántas veces
hice de mí sólo escombros.
Si supieran lo poco
que me asombran mis miserias.
Si supieran cuánto vacío he provocado,
y cuánta reconstrucción he llevado a cabo
tan sólo para seguir adelante.
Si supieran que lo nuevo es lo antiguo,
y que ésto es lo olvidado.
Si entendieran por qué lloro cuando lloro,
o me alegro cuando canto.
Serían capaces entonces
de concederme el crédito de mi resurrección.
FRECUENCIA
Hace 2 años